Aguacalma Terapias

Eva, Terapeuta Holística

Me gusta definirme como un canal que conecta Cielo y Tierra.

Mi historia

Me llamo Eva Toril Llorente y nací en Madrid (España). He vivido en varios lugares de España. Actualmente resido en Asunción (Paraguay).
Me licencié en Pedagogía por la Universidad Complutense de Madrid.
Antes de dedicarme plenamente a las terapias, trabajaba como visitadora médica a profesionales de la salud integrativa y natural.

Te cuento que empecé con las terapias holísticas como cliente. Necesitaba entender qué me pasaba, o mejor dicho… qué me impedía cumplir mis anhelos más profundos y por qué.

Mis inicios

Te cuento que empecé en las terapias holísticas como cliente. Necesitaba entender qué me pasaba, o mejor dicho… qué me impedía cumplir mis anhelos más profundos y por qué.

Mi deseo era formar una familia, pero desde los 30 hasta los 40 años me fue imposible encontrar pareja estable. 

En mi búsqueda personal de respuestas, tuve la suerte de encontrar a terapeutas que me ayudaron a ver algo que me cambió por dentro: me di cuenta de que era yo misma quien estaba creando mi realidad. Pero lo más fuerte fue descubrir que una parte de mí —una parte que no veía, la parte inconsciente — quería algo muy distinto a lo que yo creía desear. Esa contradicción me tenía viviendo una lucha interna enorme… y no lo sabía. Fue doloroso al principio, pero también el comienzo de una gran transformación.

Al darme cuenta: pude soltar mis cargas, ser más libre y más consciente.

Formación

Disfrutaba y aprendía mucho con esas comunicaciones con animales de amigos/familiares. De manera natural y en ese afán de ayudar, fui combinando técnicas y terapias que había aprendido anteriormente.

  • Naturopatía.
  • Radiestesia (testaje con péndulo).
  • Reiki.
  • Radiónica (geometría sagrada).
  • Péndulo hebreo.
  • Instructora de yoga y meditación.
  • Hipnosis Regresiva.
  • Oráculos (tarot, etc.).
  • Kinebiomagnética (Kinesiología y par biomagnético).
  • Toque Zen (Suzanne Powell).
  • Registros Akáshicos.
  • Constelaciones Familiares.
  • Coaching y constelaciones sistémicas asistidas por caballos.
  • Dos formaciones (con enfoques diferentes) de Comunicación Animal.

Historia de Xana

Xana es mi perra caniche de 2 años.  Desde que llegó a casa con casi 4 meses, demostró un carácter asustadizo, dependiente y tremendamente sensible. Había nacido en un criadero sin apenas estímulos ni contacto con el exterior.

Después de contratar a varios adiestradores  y gracias a nuestra constancia y paciencia, poco a poco fue mejorando. Ya iba más tranquila por la calle, empezaba a relacionarse con otros perros y humanos, etc. pero nunca llegó a normalizar quedarse sola en casa: lloraba, empujaba la puerta y en el mejor de los casos,  se tumbaba en la entrada hasta que llegábamos, incluso si alguien se quedaba a su cuidado. Según los expertos, es una característica común de esta raza de perros.

Yo ya hacía comunicación animal pero la perra me transmitía que no lo podía evitar, no era algo consciente sino emocional e instintivo.

La cuestión se agravó cuando mi marido se fue a vivir a otro país: En los tres meses que estuvimos solas en España, su carácter se volvió más reactivo. Ladraba mucho y no se sentía segura.

Al llegar nosotras a vivir a Paraguay, la situación empeoró. Ella sabía previamente los cambios. Hizo el vuelo más o menos tranquila pero entraba en crisis cuando se quedaba sola en casa.

Probamos con dos adiestradores que nos daban las mismas pautas que en España (y que no eran útiles para ella) hasta que con el tercer adiestrador ¡por fin llegó el impulso que necesitábamos ¡ 

Él fue el único que se quedó a solas con ella mientras nosotros estábamos fuera y  vio in situ su reacción. Nos comentó que la perra estaba tan desbordada a nivel emocional que  no podía atender a ningún estímulo y que esos casos tan extremos, sólo se podía abordar con tratamiento farmacológico. Nos derivó a una veterinaria que trataba estas dolencias y comentó que a partir de ahí, podíamos seguir trabajando con la perra con los recursos y herramientas que él conocía.

Por mi mentalidad (no sé si me equivoco o no, pero es la que tengo…) no quise recurrir a los fármacos hasta haber agotado todas las opciones y me di cuenta que tenía muchísimas herramientas que eran efectivas con las personas y con otros animales así que… ¿por qué no ponerlas todas a disposición de Xana?

Y así fue, en mes y medio de terapia semanal con Xana (4 constelaciones familiares y 2 activaciones de Geometría sagrada), la perrita era otra y yo también. Gracias a ella pude ver cosas en mí que tenía que cambiar, como por ejemplo, darle permiso para ser adulta.

Ya puede quedarse sola en casa sin llorar, babear ni destrozar la puerta. Ya puede incluso hasta dormir una siesta.

Estamos muy contentos. El camino sigue y esto es un proceso, pero al menos sabemos cuál es la dirección.

La experiencia me ha demostrado que con estas terapias energéticas y sistémicas pueden mejorar e incluso hacer desaparecer enfermedades y conductas no deseadas en nuestros animales. Al mismo tiempo, nosotros podemos tomar conciencia y sanar, cuando ayudamos a nuestros animales desde este enfoque holístico.

Animal y humano somos un equipo y evolucionamos juntos en esto que llamamos Vida

¡No esperes más! ¡Empieza hoy mismo tu propio camino!